Vivo en una capsula del tiempo, encerrado de mis ideas y
pensamientos. Al intentar salir de ella, las personas me provocan incertidumbre
de lo que está allá fuera, que tan cierto es que el conocimiento se encuentra
encerrado en una burbuja, pequeña para algunos y grande para otros.
La punición que existe a través de los ojos de una alma
desolada, de un presente tan remoto como los orígenes del universo, que tan
cierto es que tenemos el poder de cambiar nuestro alrededor sin perjudicar
nuestro futuro.
Qué idóneo pensar que no pasará lo peor siendo ya
advertidos y prepararse para sobrevivir a un apocalipsis que ya fue acentuado en este siglo, que más puede suceder si del pecado nace el
placer.
Quiero un día despertar sin titubear, sin tener
que preocuparme, sin lamentarme de no decirte la realidad, sin fallas ni
ataduras, como deseo que ese día llegue antes que alguien se adelante por mí.
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