Ya me cansé de fingir, estoy casando de aparentar que no
me importas, que no me dueles, que esto es lo mejor. Cansado también de tener
que respirar profundo para poder hablar, para no llorar, para seguir sin
voltear atrás.
De llevar una sonrisa fingida que disfraza la tristeza y
el vacio de mi alma desde que ya no estás.
Ya me canse de limpiar mis lágrimas todos los días, para
que no vean que sigo llorando por ti.
Me cansé de no decir que te extraño, de no buscarte, de
no llamarte, de no querer verte.
Ya me cansé de justificar los porque, de ver los
defectos, de buscar respuestas, o algo que me diga que aún existes.
Estoy cansado de alimentar esa esperanza vana que
regreses, sabiendo que no será, que no debe ser. Cansado de buscarte en todos los
lugares sin encontrarte, no apareces, no regresas, no me necesitas.
Cansado de vivir con este nudo en la garganta, con esta
herida que no quiere cicatrizar, con este corazón esperándote.
Me canse de pretender que todo está bien, de escuchar que
pronto pasará, que algo mejor está por llegar, de convivir con extraños, de
desenredar todo en mentiras y promesas rotas; en palabras que el viento empeña
en regresarme, estoy cansado en buscarte en otras personas, de revivir momentos
que ya fueron nuestros, de buscar lo que contigo encontré.
Pero sobre todas las cosas, estoy cansado de seguirte
amando, de no estarte extrañando de seguir esperando a que regreses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario